Mamá Migrante
Mamá Migrante fue mi blog desde que llegue a Canadá. Nací y crecí en Venezuela, y el Caribe aún habita en mi alma.
Al inicio, el blog era una manera de contarle a mis amigos las cosas que iban ocurriendo. Escribía largos correos para contar lo que pasaba, pero sentía que quería que todos supieran con detalle los logros y los fracasos, los aprendizajes y las dudas. La verdad es que comencé a escribir sin saber quién me leería, pero, para mi la migración fue una experiencia tan abrumadora, que necesitaba darle forma con letras en mi lengua natal, y de alguna manera escribir era la válvula de escape de esa olla de presión que puede ser comenzar de cero en un nuevo país.
Poco a poco me di cuenta que mi historia era la misma de muchos, mis amigos se identificaban y los amigos de mis amigos también.
De pronto, sin haberlo planeado, la gente me pedía apoyo, de alguna manera se identificaban conmigo, compartíamos frustraciones y mis logros se convertían en esperanzas.
Comencé a escribir para extraños y a repetirles una y otra vez lo que las personas que me apoyaron al llegar sembraron en mi: somos migrantes pero no somos menos, somos latinos y lo vamos a lograr, solo hace falta creerlo.
Sin esperarlo me llamaban en otras lenguas, la historia, los miedos y los sueños de los migrantes tienen mucho más en común de lo que hubiese imaginado.
A pesar de haber estudiado mucho mas de lo esperado, las mejores lecciones las aprendi fuera de las aulas: ser mamá y ser migrante son lo que me definen como persona, son las experiencias que mayores logros, satisfacciones y aprendizajes me han dado... Cambiaría de carrera mañana sin pensarlo, pero si volviera a nacer y tendría que cambiar algunas opciones, ser mamá y ser migrante no serían negociables para ser Ale.
Así que mis letras también migraron y aquí tienen nuevo hogar y ahora ademas en Instagram, siguéme @mamamigrante