Hasta ahora mi vida es ha sido una competencia por ser mejor, cada vez mejor a mi anterior version. Así me llene de estudios que siempre eran mas complicados porque siempre quería superarme en mi version anterior, luego de algún tiempo esta carera contra la nada y contra mi misma fue agotadora.
Hoy madre de dos y en un país extranjero a mis costumbres, donde se hablan dos lenguas que ninguna es la mía, el reto de ser mejor es casi imposible, pero mejor aún, no me interesa.
He estado aprendiendo a ser simplemente yo y valorarme por lo que soy, no tengo que ser mejor, solamente quiero ser yo, al fin y al cabo eso es lo que les dijo a mis hijos a diario, esa es la razón por la que amo a mi esposo, por ser quienes son, no los quiero mejores, los quiero como son, así que me toca a mi aceptarme y quereme como soy, sin necesidad de ser mejor.
Ser yo es suficientemente bueno, eso les dijo a mis hijos, "te amo cada día más por ser quien eres, simplemente porque eres tu", que me hice yo a mi misma que no merezco la misma cortesía? quizá lo entienda en mis sesiones lacanianas que disfruto enormemente, quizá lo entienda con mayor claridad con los besos de mis hijos que me explotan el corazón.
Tener metas es hermoso y alentador, pero en mi caso he pisado muchas veces la delgada linea entre la autosuperación y la autoexigencia sin limite. Quiero dejar de tener planes y disfrutar mas sueños, quiero esbozar un proyecto con trazos gruesos como los creyones de cera con los que pintan mis hijos. Estar tan cerca de los 40 me ha dado tiempo que los planes son como dice el proverbio Yidiish "lo que haces mientras Dios se ríe", prefiero reirme con Dios de las caídas aparatosas que son siempre muy graciosas y dan tiempo para agarrar aire, limpiarse las rodillas y recomenzar la subida.
Ciertamente me molesta cuando la gente me dice que he tenido mucha suerte por todo lo que he logrado, creo que la suerte es una extraña mezcla de casualidad, esfuerzo y constancia, de no dejarse, de no creerse que no se puede. Yo me creo que lo voy a lograr, que la vida es para disfrutarla, que lo bueno lo merezco y lo tendré, que soñar tiene sentido porque es de sueños que se construyen las realidades, pero no quiero una realidad mejor, quiero simplemente la mía, la nuestra, la que estamos construyendo y la que modificamos a cada rato mientras seguimos soñando y creyendo.
Aun no tengo claro que razón tiene seguir escribiendo, hay cosas de este mundo panóptico que me encantan y otras que me asustan, pero por alguna razón quiero escribir lo que veo y lo que siento, sentirme parte de algo que pasa, compartirlo con los que quiero, saberme comun sintiendo cosas comunes que nos pasan a varias y a otros tantos. Y me sorprendí a mí misma bloqueada por que la siguiente entrada debía ser mejor, y no, solamente sera y es lo que salga.
Por muchos años fui simplemente Ale, el gusto de algunas gentes de llamarse por un titulo profesional no fue nunca de mi agrado, decía con mofa que me gustaba mas mi nombre que Licenciada, que es un nombre más vacío y común. Ahora siento que Mamá y Migrante son dos etiquetas que me identifican hasta la medula, que las escogí a conciencia, y que siento que son parte de mi desde mis mas profundos miedos hasta mis sueños mas soñadores.
Desde niña mi mamá me sugería que dejara de ser tan soñadora, "el que vive de ilusiones muere de desengaños'' me decía, otros personajes en mi historia de ires y venires me han llamado idealista, en contraste a su realismo y negativismo, quizá la auto exigencia fue mi herramienta para mostrarles que en mi mundo de ilusión se podían lograr las metas, y superarlas, para callar sus apocalípticas profesías, hoy me doy cuenta que son gente que habla en una lengua que no es la mía, y que no me interesa.
Pero ya no quiero superar mis metas, solo quiero vivirlas y disfrutarlas, solo quiero vivir a lo Lenon, llega de Imaginación y simplemente Dejarme Ser.
Comments