Buscando el equilibrio

Desde hace muchos años hago varios rituales en año nuevo. Para mí es importante hacer un balance de lo que recibí, lo que logré y lo que quiero el año siguiente. Aprovecho para ponerle una intención a este nuevo periodo que empieza y reconocer y saborear lo que ocurrió en el que termina.

Usualmente trabajo usando la rueda de la vida que ya comente aquí. Pero este año agregué una segunda para buscar y definir mi equilibrio.

Muy intensa

Yo tengo mucha energía. Hay quienes dicen que todos tenemos la misma cantidad de energía, pero algunos la tienen más dormida que otros, o simplemente la canalizan de otra manera. Mi energía es definitivamente fluida y muy cinética. Yo suelo ser un huracán con 10 ideas por minuto y muchos proyectos cocinándose en simultáneo. No es casualidad que haya tenido varios burn out y tenga vértigo posicional. Es que cualquiera se marea dando tantas vueltas para lograr todo lo que me pasa por la cabeza. Tampoco es casualidad que lo primero que tuve que dejar de lado con el vértigo, fue practicar yoga, porque pues, mi equilibrio, no está.

Y aprendí que esa falta de equilibrio no es solo en mi oído interno, sino en todo mi ser. Yo suelo dar demasiado, pensar demasiado, preocuparme demasiado, ya si podría seguir, en una lista, que en sí misma sería demasiado.

A lo largo del recorrido, muchos han alejado su paso de mi camino, porque era mucho con demasiado tenerme cerca. Otros, sin mala intención, lograron obtener de mí más de lo que yo inicialmente hubiese querido ofrecer. Pero ese es el problema de no poner límites cuando hay abundancia y generosidad.

Encontrando el punto medio: entendido los límites

Esta vez le agregué a la rueda de la vida un segundo enfoque. Con el mismo diagrama de círculos concéntricos y áreas separadas, pero en lugar de marcar mi satisfacción en cada una, definí los límites:

• Con una tabla anexa, liste todas mis áreas (Salud, pareja, educación, trabajo, finanzas, etc)

• Y luego en tres columnas describí que significaba cada límite (Muy poco, en Balance, Demasiado)

Esos límites son muy personales. Mientras para mis amigas que entrenan para maratones muy poco es correr 10k al día, para mí eso es demasiado, titánico, imposible, llamen a la ambulancia.

Por el contrario, mientras para mí meditar dos veces al día es balance, para mucha gente que conozco es absolutamente impensable. (porque demasiado seria pasar el día en meditación, que para algunos es lo normal)

Este no es un ejercicio sencillo, porque no solemos pensar en los límites que tenemos y menos para cada área. Por ejemplo como mamá, ¿qué es muy poco?, ¿qué es balance? y ¿qué es demasiado?.

Recalibrando la rueda

Una vez completa la tabla, regrese a la rueda de la vida. Ya había dibujado una con mi nivel de satisfacción en cada área. Y llené una segunda señalando dónde estoy. Noté como en algunos aspectos aunque me siento satisfecha, la verdad es que mi meta es demasiado para mi misma, en otros puede que no me sienta tan a gusto a pesar de que igualmente estoy pasando mis límites pero un rato largo. No me sorprendí para nada encontrarme de frente con la imagen diciéndome que punto de evaluación, mi criterio para sentirme satisfecha, era demasiado para casi todas las áreas, y esa es la receta perfecta de la frustración. No se puede sobresalir en todo y dedicarle 100% a todo con la misma intensidad. O bueno, si se puede, pero se termina en burn out. También me di cuenta de que es lo que la sociedad nos pide que seamos perfectas madres, pareja, bellas, saludables, equilibradas, mujeres creativas, sensibles y que rompen el techo de cristal.

Para mi contrastar ambas ruedas fue una experiencia nueva y mucho más enriquecedora para dibujarme las metas 2023. Que se resumen en encontrar un balance en lo que sea que para mí es mi punto medio en cada área.