Un CV debe ser tan cautivador como un postre.
Cuando uno ve un postre, realmente no se sabe si es o no delicioso. A veces uno se sorprende al conocer los ingredientes que fueron utilizados. Pero es esa imagen no nos deja tranquilos y sin pensarlo pedimos un pedazo. Un postre es una obra de arte que convoca todos los sentidos al mismo tiempo y no nos deja tiempo para pensar y solo hay una opción: dejarnos llevar.
Es que como decían en la escuela, mucho más que la suma de sus partes.
Prácticas usuales cuando se prepara un CV
Cuando se prepara un CV la mayoría de la gente presenta una colección de sus logros. Usualmente comienzan por resaltar aquello que se considera más importante, como una carrera en una universidad reconocida o una posición en una empresa de mucho renombre.
Se tiene la idea de que colocar méritos es importante, y sobre todo enumerar todo lo que se sabe, de alguna manera es como que se tratara de una competencia de conocimientos.
Yo recuerdo cuando me gradué de maestra y el CV se medía por el grosor de la carpeta, y cuando llegaba alguien a un concurso con dos carpetas, las recién graduadas sabíamos que no teníamos opción.
Hoy en día menos es más, debe tener máximo dos páginas y cada vez más veo el formato de una sola página. Pero lleva muchísimo trabajo, yo personalmente dedico más de dos semanas de trabajo.
Y con mucha frecuencia, cuando sugiero revisar y recortar el contenido, la pregunta siguiente suele ser ¿y entonces, dónde pongo todo lo que sé?
Descubrir qué es lo que nos hace únicos
Cada uno tiene una historia particular. Aunque hayamos estudiado la misma carrera y nos graduamos juntos, tenemos experiencias diferentes, enfoques y gustos que nos distinguen.
Con el paso de los años esto se hace más presente. Cada una de las experiencias que tenemos aporta su grano de arena a lo que somos como profesionales, o artistas o creadores.
No es necesario listar nuestro conocimientos, estos se dan por sentado. Es esperado que si aplico a un cargo que solicita x, y, z, tenga un buen dominio de esas áreas.
Pero la magia es como los uso, que es lo que me hace a mi ser diferente de todos los otros profesionales de mi área y el candidato perfecto para la posición.
Hoy en día, para un cargo cualquiera, en el primer día se pueden recibir más de 100 aplicaciones, en unas cuantas semanas serán más de 1000 perfiles. Y para no exagerar digamos que la mitad tienen un dominio excelente de la materia. La empresa solo necesita una persona y tiene en sus manos al menos 500 excelentes potenciales.
Algo tiene que sobresalir, y no serán los cocimientos, es la manera creativa de presentarse como profesional único e integral, que va a aportar un extra gracias a una combinación excepcional.
Es como el postre que sobresale en la vitrina y definitivamente no podemos abandonar el lugar sin darle un bocado. Ese es el efecto que queremos lograr en el reclutador, que al ver las primeras líneas del CV sienta que necesariamente debe al menos conversar con nosotros en una primera entrevista.
Es importante recordar que el proceso de encontrar un trabajo es eso, un proceso que se debe trabajar y vivir en fases, un buen CV es solo el pasaporte a la primera entrevista, de los pasos siguientes hablaremos luego.
Hacer del CV un obra de arte
Hace algunos algunos años se puso de moda el concepto del branding pitch o elevator pitch, que se trataba de articular en 3 minutos (el tiempo que toma estar en el elevador con el gerente de la empresa) por qué somos el candidato ideal para unirse al equipo.
En mi opinión, como he manifestado antes, hoy en día es Linkedin la herramienta preferida por reclutadores. Y es el resumen en lo que puede marcar la diferencia inicial. Igual se recomienda poner algo similar en el propio CV, tres a cinco líneas que hagan el trabajo de decir quienes somos.
Es mejor optar por formato limpio y sencillo. Comenzando con sólo el nombre y ubicación inmediatamente se debe presentar a uno mismo y esto no es sencillo. En una cultura que promueve la falsa humildad y que es incorrecto resaltar los propios logros, no estamos acostumbrados a apreciarnos a nosotros mismos. Y es desde allí que se debe comenzar.
Yo propongo hacer como un chef, pongamos sobre la mesa los ingredientes (estudios, logros, gustos, intereses, habilidades etc) y comencemos a ver cómo ellos combinan mejor.
Comenzar por preguntarnos ¿Qué de todo eso es lo que hay que resaltar? ¿Cuál es ese ingrediente que al quitarlo se pierde la magia? ¿Cuál es la guinda del postre que lo hace imposible de obviar?. Y sobre la base de eso, como en la cocina, elaboremos un discurso que muestra cómo nos definimos.
En mi opinión y experiencia, es más un ejercicio de autoconocimiento personal y autoestima que de elaboración de CV. Usualmente es un proceso largo, pero absolutamente valioso.
Pensémoslo desde el otro, la empresa quiere al mejor candidato posible, y una persona que sabe lo que vale es, seguramente alguien que va a hacer increíbles aportes en el día a día.
Yo suele empezar con el Auto homenaje de mi admirado Otrova Gomas, tomar mi momento privado para celebrar mis logros en un brindis que me hago a mi misma sin testigos ni jueces, para reencontrarme con mi valor como persona y profesional y en ese estado de ánimo y de auto confianza es cuando escribo mi descripción ( o le doy orientaciones a otros para hacerlo), orientada a como puedo dar lo mejor de mi de acuerdo a la posición a la que se está aplicando.
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