Creo que el fin de año es un momento importante de reflexión. Yo dedico buena parte del día y la noche a hacer reflexión de agradecimiento por el año que está terminando y empezar el nuevo con una intención.
Gracias a la vida, que me ha dado tanto
Hace unos días una amiga me dió un regalo invaluable. Desde un concierto de Soledad Bravo, me envió un video en vivo de una de mis canciones favoritas “Gracias a la vida”. Cantaba emocionada sintiéndome parte del concierto y la energía que allí se estaba viniendo. Estaba impresionada del hermoso gesto que estaba recibiendo. Entre lágrimas y voz cortada solo podía decir mi verdad: “gracias a la vida por tu amistad”.
Esa simple canción de verso profundo es para mi un himno. Yo agradezco a la vida lo que tengo, lo que recibo y experimento. Hay personas que no disfrutan el agradecimiento. No han sido pocas las amistades y parejas que tuve que me han dicho: “no lo hice para que lo agradecieras, lo hice porque quise hacerlo”. Hay gente que literalmente se ha molestado porque les de las gracias. Y es una perspectiva válida que respeto.
Para mí la gratitud no niega el placer del que entrega, pero no es algo vacío que se dice por compromiso. En mi opinión, es un sentimiento profundo en el que recibe que se siente en plenitud expresando la felicidad indescriptible por haber recibido.
Yo durante mis reflexiones de fin de año, agradezco mis fortalezas y quebrantos en los últimos 12 meses. Valoro lo que ocurrió, y trato de ver lo positivo en cada cosa. No se trata de un positivismo en negación, se trata de evaluar en perspectiva. Quizá eso que estaba esperando y que nunca llegó tiene una oportunidad de aprendizaje y crecimiento. Quizá tengo más habiendo “perdido”. O me doy cuenta que ya no quiero eso, por ejemplo ya no quiero volver a la academia y estudiar un Doctorado, o reflexiono que otra estrategia puede que funcione mejor para lograr lo que aún quiero, como por ejemplo tener más espacios diarios para meditar.
La botella de la gratitud
En casa tenemos una gran botella para ahorrar. Si efectivamente está basada en “UP”, una de mis películas favoritas. Y como lo que más nos gusta hacer es viajar está decorada con nuestros destinos soñados.
Durante este año tomamos pedazos de papel y escribíamos cosas por las que estábamos agradecidos. Podrían ser materiales o espirituales. Cada quien anotaba lo que quería sin juzgar. Entre los rituales de año nuevo sacamos todos los papeles de colores y los pusimos sobre la mesa. Si fuese dinero para un viaje tocaría revisar cuánto tenemos. Pues más o menos igual. La idea es reflexionar sobre todo lo que hemos estado agradecidos este año, al final los convertimos en barcos de papel, decorados con escarcha y ahora forman parte de la decoración del árbol.
Gracias por regalarme tu tiempo leyéndome. Me has dado algo infinitamente valioso que no se podrá recuperar y quiero que sepas que estoy muy agradecida.
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