El índigo es el color de la energía de la intuición. El llamado tercer ojo nos conecta con aquello que sabemos real aunque no podemos ver ni comprobar de inicio.
¿Por qué Índigo?
No creo que sea casualidad que los 7 colores de la energía estén en el arcoíris. Los otros 6 son fáciles de explicar: se trata de los tres colores primarios y los tres secundarios. Pero mis hijos que todo lo cuestionan me preguntaron ¿por qué no era rosa o marrón por ejemplo? ¿Por qué no turquesa o terracota? Hay montones de explicaciones, desde las más científicas a las más esotéricas, y lo más divertido es que no hay ninguna explicación certera.
Durante el tiempo que tuve el cabello índigo no estuvo ajena a las discusiones, ¿es azul oscuro o violeta claro? Es simplemente otro color.
¿Es la intuición femenina?
Según Pierre Bourdieu, en su libro "La dominación masculina", la intuición no es más que una estrategia de supervivencia que desarrollamos las mujeres tras siglos de dominación. No creo que sea casualidad que en los superhéroes clásicos, los poderes mentales sean asignados a las mujeres. Según Bourdieu la intuición nos permitió a las mujeres leer un entorno confuso y amenazante. Así, usando el llamado sexto sentido, aprendimos a sortear los obstáculos y exigir derechos que no han permitido construir la igualdad, al menos proponer y saborearla en algunas partes del mundo.
Más que una estrategia, es para mi una forma de vida
Para mí la intuición tiene que ver con la imaginación, ver las cosas fuera de lo clásico y crear mundos posibles. Poder generar conclusiones que realmente den paso a conclusiones y nuevas opciones. Poder ver con claridad y creatividad diferentes alternativas para conectar hechos y elementos. Escuchar la voz interior, dar paso a la sabiduría que tenemos de otras generaciones y afinar los sentidos para comprender mejor la realidad y el mundo que nos rodea.
Yo no creo que la intuición está vinculada al género, sin embargo estoy de acuerdo en la relación entre las mujeres, históricamente pasando más tiempo de reflexión y comunicación hemos desarrollado en algunos casos mejores habilidades para mantenernos presentes, con conexión entre lo que sentimos, pensamos, queremos e imaginamos.
Retomar lo básico
En un mundo en el cual la tecnología ha invadido los espacios más íntimos, y la gente prefiere ver la aplicación del clima en lugar de abrir la ventana, la invitación es a dejar la intuición de lado por su falta de rigor científico.
Yo creo, vivo y educo a mis hijos en volver a la intuición, escuchar la voz interna que da señales cuando algo no está bien. Por citar un ejemplo, hace unos años en una entrevista de trabajo a menos de cinco minutos de estar conversando con quien sería mi jefe me sentía física y emocionalmente mal. No se trataba de los nervios de una entrevista, sentía en el estómago que algo estaba mal, pasado 10 minutos quería agarrar mis cosas, excusarme y salir. No solo me quedé, completé el proceso y acepté el trabajo sabiendo en mi interior que era un error. Los días eran insostenibles, pasaba el día mirando un reloj y contando las horas para salir. Renuncié si tener otro trabajo y me dediqué a buscar uno nuevo que fuera igualmente interesante, bien remunerado y no despertara mis radares intuitivos de malestar.
Yo creo en la tecnología, soy lo que llaman una mujer en IT, pero ante todo soy una mujer, y como mis ancestros he aprendido a escuchar la voz interna, y como madre de varones he emprendido la tarea de deshacer el género y educarlos en la intuición como aspecto valioso en la toma de decisiones, reconocer las emociones cuando evalúa algo y no dejarse llevar por lo que dicen los demás.
El índigo es un color de escucha interna, de silencio y reflexión, y eso creo que nos viene bien a todos.
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