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Just help... tan sencillo como eso

Actualizado: 9 jul 2020

Hace años Fito Páez decía en una entrevista: nunca confíes en alguien que no le gusta el Fútbol ni los Beatles... se refería al desaparecido Hugo Chávez. Yo reí y asentí pensando en lo atinado de su comentario y como me habría servido para evaluar a mi ex marido... Ciertamente no a todo el mundo le tiene que gustar el fútbol, es divertido, pero vamos que los Beatles… Bueno con los años he conquistado la aceptación y respeto, la empatía y ponerme en los zapatos del otro, incluso con gustos musicales y deportivos con los que no simpatizo. Y vamos que si no te gustan los Beatles, no pasa nada, no voy a hablar de ellos. A mi aun me gusta Fito y los Beatles son mi clasico personal. Usualmente encuentro en su repertorio una canción para explicar lo que me pasa, suelo encontrar en en el cuarteto de Liverpool un soundtrack para mi momento personal... y lamentablemente desde hace un tiempo, es esa de nombre super corto con solo cuatro letras, la que ha describe la tristeza y dolor que he sentido. Help A mi me costó entender que pedir ayuda no era signo de debilidad, y menos aún una molestia para el que ayuda. Con el tiempo aprendí que ofrecer ayuda es un placer para muchos, no solo para mi, y que el otro solicite y reciba ayuda, cuando es honesta y solidaria, es una placer y crecimiento para ambos. Según las enseñanzas de mi abuela, se da ayuda sin esperar a cambio. Desde que llegué a Canadá recibí muchísima ayuda, y aprendí el principio de pay it forward del que converse antes. Y así comenzó mamá migrante, ayudando a otros para devolver al universo lo que recibí. Honestamente no esperaba contra parte, ya había recibido. Pero no puedo negar mi dolor cuando pedí para alguien más o para mi misma y obtuve un rotundo no. Quiero aclarar que no me dolió porque consideraba que debían hacerlo por estar en deuda, yo no creo que los favores y ayudas se paguen o generen deudas. Me dolió porque me cuesta entender porque alguien dice No a una petición de ayuda. Y más aún porque no puedo entender por qué lo hace alguien a quien ayudaste en el pasado. Porque se pide ayuda? Cuando alguien pide ayuda, puede ser que ya lo peor pasó, ya lloro en silencio y soledad, ya atravesó la vergüenza y la frustración de sentirse menos que nada. Vivimos en una sociedad moderna, independiente y pujante que privilegia el logro y la autonomía. Es posible que esa persona se vio un día al espejo, y así más en las manos y los ojos que honestidad, aceptó que necesitaba ayuda. A veces ya de tanto caer las rodillas no se sabe levantar más y simplemente se pide ayuda porque la desesperanza reina y ni se cree que es posible hacerlo de otra manera. Pero no siempre es tan dramático, es cierto que veces con el tiempo se ha aprendido a pedir ayuda y contar con los amigos, cercanos y otras simplemente se confía en que alguien tendrá empatía y ayudará. Y también hay gente que ha tenido la suerte de haber crecido en una familia y círculo nutridor, en el cual pedir ayuda es normal, esperado y saludable. Lo que está claro es que dramático o no, quien pide ayuda es porque al menos de momento no siente que puede solo, y necesita algo. Cuando uno va al médico con un diagnóstico incomprensible por ejemplo, pide a ese ser que elevamos a semidios en bata blanca que casi nos salve la vida. La ignorancia es reina cuando se es paciente, uno realmente no sabe que pasa. Cedemos el poder a un experto que de pronto tiene en sus manos y su mente las palabras que nos liberan o nos llenan de dolor. Que sencillo es todo cuando tenemos la suerte de estar frente a un médico real, que muestra que solo quiere ayudar, que es solo un ser humano más, que puede tendernos una mano amiga, explicarnos los misterios no tan enredados de la ciencia médica y darnos el espaldarazo que necesitamos para seguir el camino con tranquilidad y confianza, y sobre todo recobrar el poder sobre nuestro cuerpo. Cuándo, Cómo y Porqué Ayudar No todas las peticiones de ayuda son iguales. Yo me pregunto cómo decir no a un hijo llorando a media noche?, cómo decir no a un amigo perdido entre fantasmas?, a una amiga coqueteando con el alcohol?, a una persona que siente que nunca lograra conseguir trabajo?, a alguien que cree que reprobar el examen del primer semestre marcará su vida para el fracaso?, cuando una mujer grita por los golpes que le da su pareja en el apartamento de al lado? Una petición de ayuda no se evalúa en gravedad según nuestros criterios, una petición de ayuda es siempre importante para el que la pide y siempre merece respuesta. No espera un No por respuesta, o que se le devalorize preguntando por que te complicas?. El que pide ayuda espera escuchar en que te puedo ayudar?, como puedo hacer tu dia mas feliz?, como hacemos para retomar el camino de los ladrilos amarillos y seguir soñando y riendo? A veces solo necesita ser escuchado. Cuando alguien llama y te dice ayúdame, muy probablemente ha librado una batalla interna importante, además confía en ti para abrir sus miedos y sobre todo en que puede contar contigo No siempre se puede ayudar Ciertamente a veces hay que decir no. Cuando alguien me llama trato de estar, a veces se que debo decir no, que no puedo estar para todos todo el tiempo, pero trato de escuchar y ofrecer opciones. Puede que yo no esté disponible pero hay alguien cerca que si lo esta. Puede que no pueda ahora pero habrá un momento en el que podre. Usualmente, al pedir ayuda se sabe que se puede tener un No por respuesta. Pero lo doloroso es el no a secas, sin escucha ni explicación. Cuando pido ayuda para mi o para otro y me dicen “no puedo, estoy muy ocupado” sin mediar palabras ni escucharme, para mi el dolor no tiene que ver con la negativa sino con la falta de espacio y empatía. Solo escuchar es ayudar, y estoy segura que siempre siempre se puede encontrar un espacio de tiempo para escuchar a alguien que nos necesita. Escuche recientemente que no saber es razón para no ayudar, a veces el miedo paraliza y el No es respuesta segura para no cometer errores y no sentirse responsable por el fallo de otro. No hay mala intención solo temor a fallarle a alguien que ya se siente en falta. Yo eso lo respeto pero no resuena en mi. Resuena la honestidad de decirle al otro, “yo no creo ser la mejor opción para este caso, pero si aun asi crees que te puedo ayudar, esta es mi disponibilidad”. Hace unos meses un amigo con quien tenía años sin hablar me llamó y al ofrecerle ayuda me dijo, “me encantaría pero es que no estoy en condiciones de pagar tus honorarios” Sorprendida le dije, somos amigos yo te estoy ofreciendo ayuda, es mi decisión, a lo que que contestó algo como “ya nadie hace nada sin esperar a cambio, como esperas que pague?”. Me pregunté y le pregunté cómo había perdido la fe en la humanidad de esa manera. Le ayude, quería y podía hacerlo. Y él a mí, porque al ayudar siempre se recibe algo. Esta experiencia me ayudó a entender que vivimos en tiempos en los que ya no se espera ayuda, que algunos han mercantilizado la amistad, que otros se aprovechan y que aquellos que se han negado ayudarme lo hacen sin mala intención y no deben causar dolor, solo siguen las normas de un mundo que yo no comprendo pero en el que son felices y exitosos. Entre tanto yo sigo de este lado, en el que se ayuda al que lo pide, y ayudando se crece.

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