Y para dar un cierre, por los momentos, a las canciones de despecho, quiero concluir con los desamores en desencuentros, que no son menos intensos, pero son menos aceptados socialmente, y a veces más difíciles de superar, por la falta de apoyo.
La pérdidas amorosas no solo son romances de pareja
Una de los despechos más duros para mi son cuando terminan las amistades. Son silenciosos y profundos. Pero no suelen ser públicos. Uno no dice "es que terminé con mi amigo tal o cual". Usualmente la distancia y los intereses cambian, otra veces un malentendido desafortunado es hiriente u ofensivo, y así por un sinfín de razones, quienes antes eran inseparables, ahora vagamente recuerdan su cumpleaños.
Siempre recuerdo que uno de los comentarios que me hizo reaccionar y entender que no estaba con la persona correcta en mi primer matrimonio fue cuando me dijo: "los amigos duran en promedio tres meses!" Yo quedé horrorizada, no! los amigos duran toda la vida. Y la verdad es, ni tan calvo ni con dos pelucas, diría mi abuela.
Hay amistades que son maravillosa, evolucionan con nosotros y el respeto y la aceptación crecen. Pero es natural cambiar de opinión y perspectiva con los años y también es natural no sentir que se tiene nada en común con personas que hace poco eran invaluables. Para mí una amistad es una relación de amor y confianza, que involucra muchas de las emociones de una relación de pareja, y en ese sentido tiene la misma probabilidad de terminar.
En mi caso, el despecho por una amistad es profundo y duradero, sobre todo por esa falta de rito, sin embargo yo me creo mi rito y cuando he perdido amistades lo lloró con honestidad y me refugio en otra amistad o mi pareja para buscar reconstruir lo que pasó, y sobre todo honrar la historia y todo lo que esa persona me aportó y dejarle ir. Es un aprendizaje difícil entender que cuando alguien nos deja no es su finalidad hacernos daño, bueno la mayoría de las veces no lo es. Cuando una persona decide acabar con una relación amistosa, es absolutamente acerca de su bienestar, y al menos en la mayoría de los casos, no se trata de algo personal.
Yo me siento una persona afortunada por tener muchos y muy buenos amigos, son para mí realmente el tesoro que he encontrado en la vida, y he llorado cuando he perdido algunos. Honestamente me cuesta diferenciar el dolor por la pérdida de una pareja y la pérdida de una amistad, para mí son igual de intensas y terribles.
No siempre se trata de un amor que acaba
A veces los romances no terminan por falta de amor, a veces son condiciones externas las que los hacen imposibles, y usualmente una de las partes al darse cuenta de lo inevitable plantea muy racionalmente la situación. Esto no implica que sean menos dolorosas.
Se puede decir que el curso frecuente de una relación que termina incluye un inicio maravilloso, y llegado un punto de inflexión, puede haber una crisis que causa malestar y frustración en una o ambas partes, que al no resolverse, lleva a rompimiento. Sin embargo otra veces nada de esto ocurre, no se llega al conflicto, no hay crisis no hay discusiones. Hay solo una barrera que está más allá de ambos y uno o ambos se da cuenta que es infranqueable. La muerte de un familiar, la necesidad de mudarse de país, la religión, otra pareja y mil causas externas pueden tener un peso tan importante, hasta asfixiante, al punto de imposibilitar que la relación continúe.
En mi experiencia propia y de amigos, suelen ser relaciones corta, intensas y acaban en la etapa de perfección, en la luna de miel diría una amiga. Como las diferencias personales no llegan a concretarse, suele ser más difícil de materializar e integrar la causa del final, y hay una percepción de injusticia.
A mi me gusta elaborar que son un tipo de relación en si misma, son para ser cortas, fugaces e intensas, se vive concentrado en días o meses lo que se experimenta en otros casos en muchos años, pero es importante romper con el mito de fantasear que si pocos meses fueron así de maravillosos, los años serian de color rosa y arco iris. No habrá nunca manera de saberlo, pero lo más probable es que no, porque como pareja nunca se llegó a experimentar la rutina y el día a día, al no haber desgaste ni conflicto es muy difícil saber cuál hubiese sido el resultado de la erosión propia del paso de los años.
Todos los despechos son dolorosos, sin embargo estos son, a mi parecer, los más complicados de explicar para uno mismo, por la falta de información sobre lo malo y el exceso de placer que se recuerda. Yo creo que se suelen internalizar como casi perfectas, porque solo hay buenos recuerdos, y los malos solo apuntan al deseo de tener más y seguir. Son como esos licores que solo se bebe a sorbos y eso los hace exquisitos.
Los amores ocultos
Otras veces el despecho es terrible porque el amor era por algún motivo inconfesable e incompartible, si es que existe esa palabra, pero no por eso menos intenso y satisfactorio. Entonces, como nunca se habló, técnicamente no existía, y tampoco se puede ventilar a los cuatro vientos que se está despechado.
Los amores ocultos son intensos y suelen ser secretos a voces, usualmente todos o al menos mucha gente sabe que ocurren, pero todos juegan el mismo juego del silencio y la complicidad. Para los amantes la tensión puede ser pesada y difícil y a veces emocionante y retadora, y quizá en balance es una combinación de todo y sorpresas inesperadas como cualquier relación. Pero cuando el desacuerdo y el rompimiento se hacen presente, el dolor debe ser igualmente silente y no por ello menos doloroso. Recuerdo una amiga que me decía, “ve a ver una película de esas bien tristes al cine, y mientras la gente llora por su película, tú lloras lo tuyo”.
A pesar de que la relación de pareja suele ser íntima en reglas generales, hay algo de deseo en compartir y poder expresar en público que se ama. Pero además se trata de poder tener expresiones de afecto en cualquier momento, sin importar si hay o no testigos. El amor secreto es un amor que no es libre porque tiene que esperar el momento oportuno para ser expresado, y así mismo, el dolor del rompimiento en lugar de poder ser desmedido es mesurado y oculto. A pesar de que la relación ni el despecho se nombran y de eso no se habla, no quiere decir que no existen, solo que dolorosamente nunca pueden disfrutar de la mano amiga para risa o el llanto.
Yo y el despecho...
No importan los motivos, el formato o el contexto... un despecho es un rito necesario y para mi hay que atravesar ese dolor y crecer... y no hay mejor medicina que buena música que ayude a exorcizar el dolor y una mano amiga para recorder que vamos a levantar y volver a amar.
Y mas música
Y como me sigue gustando la música de despecho, aquí pongo unas más:
El dolor de lo que perder la poesía y la ilusión - Corazon Partiío - Alejandro Sanz
Con un ritmo caribeño nada melancólico, se van haciendo una serie de preguntas que dibujan el rostro de la pérdida de la emoción y la alegría que la pareja le procuraba. Una relación que se valora como buena, llena de fantasía y locura y que deja a la persona en una soledad absoluta, sin esperanza de tener emociones nuevamente.
“¿Quién me va a entregar sus emociones?
¿Quién me va a pedir que nunca le abandone?
¿Quién me tapará esta noche si hace frío?
¿Quién me va a curar el corazón partió?
¿Quién llenará de primaveras este enero
Y bajará la luna para que juguemos?
Dime, si tú te vas, dime cariño mío
¿Quién me va a curar el corazón partió?”
Se trata de un dolor intenso, un amor después del cual no hay mañana, no hay futuro, no hay corazón.
“Después de la tormenta siempre llega la calma
Pero, sé que después de ti
Después de ti no hay nada
Para qué me curaste cuando estaba herido
Si hoy me dejas de nuevo con el corazón partió”
Despecho dentro del despecho - Hacer el Amor con Otro - Alejandra Guzman
Alejandra Guzmán tiene una voz y personalidad perfectas para música de despecho.
En la canción, describe a su nuevo amante en una conversación (ficticia) con su anterior amor. Una gráfica y sensual descripción de lo que la relación que tenían, se usa como recurso para explicar su malestar por haber perdido la relación intensa y satisfactoria, aunque llena de contradicciones. Expresa con dolor como a pesar de no estar juntos, sigue estando presente en su día con un recuerdo vívido.
“Quise vengar todas tus infidelidades
y me salió tan mal
que hasta me cuesta respirar
su mismo aire”
Amor en secreto - Simplemente Amigos - Ana Gabriel
El amor es oculto por razones que no quedan claras, pero es intenso y apasionado. El deseo entre la pareja es intenso pero se quisiera poder expresar en público lo que ocurre entre ambos.
Una prosa sencilla y sugestiva de la relación oculta a la que se oponen los cercanos y conocidos, y que quisiera ser pública y por eso causa dolor.
“Cuanto daría por gritarles nuestro amor
Decirles que al cerrar la puerta nos amamos sin control
Que despertamos abrazados con ganas de seguir amándonos
Pero es que en realidad no aceptan nuestro amor”
Un amor inconfesable y secreto - Amiga Mia - Alejandro Sanz
El dolor es profundo por un amor que nunca llegó a ser público ni consumado. El esta enamorado solo de su amiga, mientras ella está en una relación que no le luce satisfactoria, sin embargo no siente que pueda declarar su amor a los cuatro vientos. Ella parece estar enamorada de otro mientras en su canción, confiesa que está perdidamente enamorado de su amiga.
Un amor indomable, que no se logra detener, pero que no puede ser y queda sin ser declarado. Sin embargo queda abierta la esperanza de que quizá algún día sera confesado y expuesto.
“Amiga mía, no sé qué decir
Ni qué hacer para verte feliz
Ojalá pudiera mandar en el alma o en la libertad
Que es lo que a él le hace falta
Llenarte los bolsillos de guerras ganadas
De sueños e ilusiones renovadas
Yo quiero regalarte una poesía
Tú piensas que estoy dando las noticias”
El dolor a pesar de ser las razones - Me cuesta tanto olvidarte - Mecano
Cuando el amor acaba más allá de las razones, el formato de la relación, o quien decide dar el paso, el dolor está allí. Un canto sentido y profundo desde la voz de aquel que decide terminar la relación, y en una confesión honesta e irracional, asume que el olvido no será sencillo.
Más allá de la posible contradicción, reconociéndose ser quien impide continuar la historia, en un momento de honestidad e intimidad, se reconoce que hay encantos que serán difíciles de dejar de tener presentes.
“Olvidarte me cuesta tanto
Olvidar quince mil encantos es mucha sensatez
Y no sé si seré sensato
Lo que sé es que me cuesta un rato hacer cosas sin querer
Y aunque fui yo quien decidió que ya no más
Y no me canse de jurarte que no habrá segunda parte
Me cuesta tanto olvidarte”
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